domingo, 3 de marzo de 2013



Hoy siento la necesidad de darte gracias, Santisima Muerte,  nos hace
comprender
que todo sufrimiento es principio de salvación.

Tu soledad alivia nuestra soledades, y tu perdón nos hace renacer
como  una flor en
capullo o como una canción de juventud.

Gracias, Señora, porque tu sed nos invita a salir
al encuentro de los mas necesitados, con la
posibilidad de compartir.

Tu nos has devuelto el sentido del trabajo
que antes era maldición y contigo se transforma en un medio de
santificación.

Con tu luz y enseñanzas nos muestras un camino nuevo; nos preparas, porque contigo tenemos parte en un futuro eterno
a través de tu protección.

                                       ámen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario