lunes, 25 de febrero de 2013

Te pido permiso para invocar a tu Ángel de la Muerte;para que traiga a mi mente la paz…tu paz mi Señor. Quiero saber donde volar para encontrar ese cielo infinito de calma.
Siento mi corazón preocupado y nervioso; camino anhelante y no sé por qué; siento la sangre agitada y no encuentro explicación; vivo mil sentimientos encontrados que siembran zozobra en mi interior y no alcanzo a ver su raíz. Sólo pensar en ciertas cosas y en ciertas personas me altera la calma y perturba mis nervios.
Estoy perdido(a) y desolado(a) en un caos de confusión.
¡Ven, mi ángel divino! Serena mi mente.
Lléname de la paz del Señor.
Que nada me perturbe y espante:
ni la injusticia, ni la calumnia, ni la difamación; ni el mal ejemplo de nadie, ni el dolor de la vida, ni la oscuridad de la fe, ni el fracaso económico...
Que nunca pierda tu horizonte de amor y que el fruto de tu paz sea mi mejor testimonio de hijo de dios.
¡Dejame sentirte y vivirte como presencia de PAZ INTERIOR!... ámen.

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